La memoria es de nuestros más grandes tesoros. Es el registro de alguna idea, sensación o inquietud, y su posibilidad de regresar y revivir.

Desde la tierra es una colección que parte de la idea de conservar y atesorar. La serie consta de diversos animales de tamaño miniatura de la fauna silvestre de San Martín Tilcajete, ya sea que estén presentes, o extintos. Por otro lado, cuenta con una categoría de fusiones de animales, las cuales son de mayor dimensión que el resto de las figuras de la serie. A manera de homenaje, se les inmortaliza para recordarles a futuro.

Como si se tratase de un acto de la infancia, las piezas hacen referencia a la captura de bichitos en pequeños contenedores. El conservarles implica una minuciosidad equivalente a la de hacerse de un amuleto. Es por eso que esta muestra se piensa con su dispositivo de exhibición, rescatando diferentes minerales y recursos que nos brinda la tierra.

Cada una de nuestras piezas está encapsulada por un delicado domo de vidrio, el cual encaja sobre una fina base de madera, de donde se sostiene cada animalito. Un dispositivo de connotación museística, pero también de laboratorio. Un registro no científico, de lo que hubo, y de lo que pasa. Una proyección distópica del acompañarse por una criatura atrapada, la cual interactúa con la persona fuera del cristal al mirarse a los ojos.

Tonitas silvestres del pueblo que, contenidas en sus cápsulas, recuperan el imaginario de la cosmovisión del taller Jacobo y María Ángeles. Pensamos que las acciones artísticas, más allá de ser actos meramente técnicos, también son actos de memoria, ejercicios de captura. Capturamos lo que queremos conservar, conservamos lo que queremos atesorar. 

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo
de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”
Jorge Luis Borges