Detrás de una Máscara

El carnaval llega como todos los años a San Martín Tilcajete, un pueblo con renombre en el arte popular mexicano gracias a sus tallas en madera de copal, decoradas con diseños únicos y tintes multicolores. Esta pasión por lo artístico también ha hecho que la comunidad preserve otras expresiones de cultura, entre ellas un singular carnaval
de Semana Santa, donde los diablos son el principal atractivo.

Este proyecto se concibe desde la diversidad de reflexiones que surgen en la persona que experimenta el carnaval al aceitarse, enmascararse y salir a las calles. Es en ese preciso instante donde se reemplaza la humanidad por una imagen de animal, cuando los diablos se transforman desde el anonimato gritan, corren y golpetean con libertad. Así un enmascarado le da rienda suelta a sus impulsos más vitales, luciéndose en un acto performático donde el sol engalana el negro satinado en su piel.

Detrás de una Máscara muestra que el taller Jacobo y María Ángeles desde hace varios años enriquece y difunde este carnaval mediante la recuperación de sus elementos vernáculos, incorporando una visión estética propia con la producción de máscaras
que son resultado de un proceso antropológico, cultural y artístico.

Esta colección se ha presentado en distintos recintos dedicados a preservar y
promover la cultura, en Oaxaca el Centro Cultural San Pablo, y en el resto del país gracias al esfuerzo del Fomento Cultural Citi Banamex como principal impulsor de esta exhibición, en el Museo Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México, el Museo Casa Montejo en Mérida, y en Casa del Mayorazgo de la Canal en San Miguel de Allende, Guanajuato.

“Relumbran al sol candente del mediodía. En las calles lucen retintos azules o rojizos. Cual dueños del mundo vociferan, corren, brincan y chicotean. Se murmura que algo se oculta bajo las máscaras. La gente del pueblo apenas los escucha y salen a mirarlos, pronto se oyen las exclamaciones: ¡Que diablos tan bellos!”
Cuauhtémoc Peña, 2019